Desde el comienzo de la actual crisis financiera en 2008, el mercado inmobiliario español inició una continuada espiral descendente: muchas edificaciones quedaron sin terminar debido a la repentina ausencia de financiación, el número de transacciones de bienes inmuebles se redujo y el precio de las viviendas disminuyó en más de un 10 % anual. La disminución del número de compradores contribuyó también a la rebaja de los precios. Según el registro de transacciones de bienes inmuebles en España, a finales de 2012, el mercado global de la vivienda había perdido el 35 % de su riqueza anterior a la crisis y en algunas regiones la caída del precio de la vivienda ha superado el 50%.
En la actualidad, España ha llegado oficialmente a salir de la crisis y la espiral descendente del mercado de la vivienda parece que ha llegado a su fin en 2013. El volumen de transacción de bienes inmuebles comenzó a aumentar en el segundo trimestre de 2013 y el precio medio de las transacciones ha comenzado a estabilizarse. Es casi seguro que el mercado inmobiliario español se encuentra en el momento de una cercana recuperación.
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